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domingo, 8 de marzo de 2020

Quentin Tarantino, reinventando a la mujer en el cine



Quentin es un producto de la cultura pop y no hay nada más delicioso que ver los antecedentes que lo formaron y lo hicieron enfocarse en aspectos tan particulares de la cinematografía hollywoodense, porque a pesar de ser hijo de una cultura viciada, este se convertiría en la oveja negra de la industria que mostraría que la violencia no sólo puede ser entretenida. Y es que los discursos en sus cintas tienen un trasfondo social que evoca una reivindicación y resignificación de todo lo que él vio en el cine.

Y sí, su cine es violento y su temática ochentera está dirigida sobre cosas comunes: las persecuciones, las batallas y la forma de mostrar estos aspectos con muertes y un sinfín de sangre.

Pero no es incidental que en la mitad de sus cintas los protagonistas sean mujeres. Y no sólo son protagonistas en historias comúnmente asignadas para las mujeres. Son protagonistas en historias que siempre habían sido estelarizados por hombres, porque los temas de matar, pelear, enojarse, demandar, buscar justicia y nunca rendirse eran cosas de hombres, cosas que Quentin no lo cree así.

Por eso para mí Quentin es más que una película hollywoodense que nos entretiene y que tiene todo eso que se busca en el cine comercial… tiene un discurso muy importante de resignificar a la mujer.

Para comentar estas cintas que muestran a las mujeres como protagonistas, iré pasando de lo que a mí me parece tiene un mayor discurso a favor de la resignificación de la mujer en torno a la violencia de la sociedad y con esto claro nos referimos a la violencia del hombre.


Empezaré con Death proof (2007). Una cinta que a mi parecer no ha tenido el merecido reconocimiento que debería dentro de la filmografía de Quentin. En esta cinta que hace referencia al género exploration donde los aspectos sexuales y violentos son las características principales, y que  para nada trata de una cinta estilo “los ángeles de Charlie” pues no es un grupo de mujeres contra un villano, sino más bien un homenaje a este tipo de cintas que apareció desde los 30s y hasta los 80s pero convirtiéndola en algo nuevo y con una temática aún más interesante: el combate a la violencia contra las mujeres. Y justo en el villano de esta cinta es donde me quiero enfocar para resaltar la grandeza de esta historia, pues su motivación es crucial para dejar claro el discurso de Quentin. Con una gran actuación por parte de Kurt Rusell interpretando al apodado Doble Mike (por ser un actor que se dedica a suplantar a otros actores en escenas  de peligro como son los accidentes en autos), el cual tiene un retorcido  gusto (o disgusto) por las mujeres, ya que parece mostrar esa atracción lasciva característica de los hombres pero que curiosamente no lo hace con el fin de conquistarlas, inclusive ni para tener relaciones sexuales con ellas; más bien las busca y acorrala para matarlas de formas sumamente violentas.


De hecho, Quentin de forma tan lúcida nos muestra el grado de violencia que muestra este personaje en una escena donde le suplica por su vida a una de nuestras protagonistas, y  es que nuestro feminicida  entre ruegos y llantos le dice que él realmente no busca dañarlas, sino sólo divertirse aun sabiendo que puede matarlas. Esto resulta tan perverso y pocas veces se había dejado tan claro este grado de violencia hacia las mujeres en el cine. Ya que el individuo, como vemos durante la cinta, primero juzga a sus víctimas viendo si son adecuadas para ser asesinadas al considerar que tan sensuales, liberales y sexuales pueden ser. Después crea una situación en donde la propia forma de ser de las víctimas sea el medio por el cual mueran violentamente. Y si bien esto para él no es un ataque dirigido contra las víctimas ni tampoco contra las mujeres en general, nos da a entender que llega al grado de desvalorizar tanto a una persona hasta verlas como objetos, lo cual le permite ser tan sanguinario como quiera, algo que Quentin no sólo hace que se entienda como un discurso equivocado sino que lo resignifica al permitirle al grupo de mujeres tener un final favorable para ellas, uno que resulta tan satisfactorio al mostrar como cualquier mujer puede ser tan justa y por lo tanto igual de violenta con el fin de castigar a una persona como él.




Quien ya haya visto esta cinta entenderá mi grado de admiración no sólo en el desarrollo de la historia sino también en final que Quentin le dio a una historia que tenía un enfoque meramente machista en el cine de hace unas décadas.







Ahora paso a mencionar la saga de Kil Bill (2003 y 2004). Tal vez aquí la relevancia más importante que Quentin le da al aspecto femenino, es principalmente la apropiación de un particular género de cintas y ese es el de las artes marciales. Un género que tuvo su auge en los 80s y fue encabezado por Bruce Lee y secundado por Jan Claude Van Dame o Chuck Norris y posteriormente suplantado por actores como Jackie Chan y otros tantos más, donde podemos ver que era un sector meramente masculino, tal vez algo incidental pero que de cualquier forma apropiado por los hombres. Por eso resulta en suma meritorio que Uma Thurman entre a este género dándole vida a uno de los personajes ahora igual de emblemático en las artes marciales y es que tampoco incidental fue que Quentin vistiera a Uma con el mismo traje amarillo que Bruce Lee en una de sus cintas representativas. Es gritar a los cuatro vientos “hey, sí soy mujer y soy igual de chida que Bruce Lee” y con esto dejar claro que este género de cine puede ser igual de atractivo que el realizado por los hombres y no demerita en nada a los personajes.



Además de que podemos ver como todos los son mujeres, algo increíble, sobre todo al ver al personaje de O-Ren Ishii porque muestra esa valentía e imposición ante toda clase de prejuicios que pueden tener los hombres para ser dirigidos por una mujer, y es que ver a Lucy Liu a la cabeza de una mesa donde un grupo de hombres la rodea y pretenden imponer sus formas a lo cual responde dejando claro que su liderazgo es incuestionable. Aunado estas particularidades, podemos ver pequeñas piezas que deja Quentin durante la cinta que no sólo nos muestran un mundo de violencia hacia las mujeres, sino que cada uno de estos atropellos son castigados por nuestras protagonistas. Gracias por eso Quentin.



Ahora comentaré Inglourious Bastards (2009). Esta cinta recordada por la increíble actuación de Christoph Waltz interpretando al coronel Hans Landa, pero que pocos recuerdan el papel de Mélanie Laurent interpretando a Shosanna.



En este duo, uno representa al villano nazi que caza judíos y Shosanna la sobreviviente de tales genocidios, nos muestra (desde una versión alterna de lo que sucedió entre los nazis y los judíos) como el coronel desprovisto de toda humanidad deja con vida a una niña después de asesinar a toda su familia, al parecer sólo por diversión. Ella muchos años después aparece como una mujer con una hermosura inigualable y una elegancia digna de los círculos sociales nazis. Así, soportando no sólo la prepotencia y arrogancia de una sociedad racista y clasista, la protagonista sigue el único plan factible para encontrar justicia, no sólo para ella y su familia sino para todos los afectados, ya que sus intereses van más allá de lo personal, viendo en su pasado el destino de varios, y sobre todo viéndose a ella como una persona capaz de lograr lo que nadie esperaría de ella. Encontrando en esos estereotipos de la mujer, ventajas para destruir una sociedad que representan los nazis pero que podemos encontrar en todos lados y en cualquier momento. Por eso este personaje es increíble y me encanta ver como Quentin retrata una historia de una mujer que puede surgir en cualquier lugar.




 Y bueno podría seguir mencionando otros personajes en cintas como Jackie Brown o incluso en the hateful eight, donde las mujeres tienen una gran relevancia en las historias y no sólo como un medio o un acompañamiento de estas. Pero creo que no hace falta ya que con estos tres ejemplos es suficiente para apreciar el trabajo de Quentin que no sólo recaen en la creación de historias increíbles sino dotarlas de un significado social que pocas veces podemos encontrar no sólo en el cine comercial sino también en el independiente.

También quiero comentar que existen muchas cintas más que crean personajes femeninos tan emblemáticos como los de Quentin, en historias de violencia contra las mujeres y la justicia que quisiéramos encontrar en nuestra realidad y que al menos por estos medios se evidencia estos problemas que son tan preocupantes en nuestra actualidad. Aquí menciono algunas de esas cintas que igualmente son maravillosas y necesario de ver: Hard Candy (2005), Sympathy for Lady Vengeance (2005), Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017) y The Invisible Man (2020), por mencionar sólo algunas.