Ser el
niño bonito en el mundo del cine tiene sus altibajos, por un lado te puede
crear mucha fama y dinero, pero también puede adjudicarte una gran cantidad haters y sobre todo una imborrable
reputación de ser sólo un actorcillo de películas de nenas (o sea un bobo-tonto
que no tiene mayor merito que su apariencia).
Pero ya
hemos visto este caso en otras ocasiones, ahí tenemos a Matthew MacConaughey
que más o menos le pasó lo mismo en donde su fama como galán en películas chick
flick o taquilleras lo dejaron encasillado por muchos años en este rubro, hasta
que como bomba nos cambio esa visión con tres grandes trabajos en tan sólo un
año allá por el 2013 con su participación como el detective “rust” Cohle en la
serie true detective que fue
memorable, su mini participación en el
lobo de wall street y la enorme película que protagonizó en Dallas buyers club (que le hizo
merecedor al oscar y otros premios como mejor actor), con esto fue suficiente para quitarse ese
estigma. Ahí fue cuando pudimos comprobar que sabía actuar el hombre. Sin
embargo su mediana fama tal vez nunca causo tanta reticencia para cambiarlo a
esa casilla de buen actor y lograr su redención.
Pero el
caso de Robert Pattison es un poco más complicado, el niño bonito de nuestra
generación parece que quedó estigmatizado de por vida con su participación en
la saga de Crepúsculo donde nada hay
de meritorio en su actuación, pero si mucha crítica de todas partes, tal vez
porque nos molestaba el atiborramiento que había de esas cintas en todos lados
y por lo tanto el consumismo que eso implicaba. A partir de ahí se generaron
dos bandos, las personas que lo adoraron,
idolatraban y esperaban más de eso, y las personas que antes de ver
cualquier otro papel en una cinta, ya lo designaba como una basura. Así pasaron
un puñado de cintas que no dejaron ver nada nuevo en la actuación de Robert,
pero a partir de la segunda década del dos mil, Robert empezó a aparecer en
cintas de directores que toman muy enserio sus películas. Por ejemplo, dos
veces con David Cronenberg, una de ellas
fue Cosmopolis dejando ver algo
distinto al viejo Pattison y sobre todo una aceptación de una industria que no está
del todo enfocada en la recaudación de dinero hacia esta nueva versión de él.
Tal vez fue incidental su participación en esta cinta ya que el papel que
realizó era la de un joven rico siendo un joven rico ante el mundo (o sea algo
no tan difícil de actuar a mi parecer) pero así fue la incursión en algo que
parecía una redención por su parte.
La
película Cosmopolis y su sucesora Maps to
the star, ambas de David Cronenberg, son en sí grandes cintas con una crítica
(o autocrítica?) de una sociedad rica y ensimismada en su mundo y que
directamente le pegaba a la industria hollywoodense, pero el trabajo de Pattison
que no es malo, no deja aún quitarle ese estigma que se ganó con Crepúsculo.
Sin
embargo, en el 2014 aparece una cinta que a mi parecer es el punto de referencia de lo grande que
puede ser Robert. La cinta titulada The
rover protagonizada por el gran Guy Pearce y secundado por Robert Pattison
muestra un filme sin muchas pretensiones, donde una persecución por parte de
Guy hace que Robert se convierta en un fiel compinche de lo que parece un mundo
devastado y ambicioso de todo aunque eso sea nada. Como digo la cinta no parece
la gran cosa, pero la actuación de Robert me hace recordar la sobresaliente actuación
de Leonardo Di Caprio en ¿A quién ama
Gilbert Grape? (What's Eating Gilbert Grape?) interpretando un joven con un
tipo de retraso mental y hermano del entonces ya famoso Johnny Depp. En The rover, si bien el personaje que
interpreta Robert no tiene un retraso o dificultad mental, sí muestra una forma
lenta y taciturna, además de una maravillosa forma de hablar que dejan ver la
capacidad para crear personajes que no sólo se quedan en el niño guapo o rico
(o sea siendo prácticamente el mismo).
Por eso después de su cinta Good times, la directora Claire Denis le
dijo, “hey chico probemos esa fórmula de tu auge actoral con mi gran renombre y
hagamos una cinta” creando la reciente película titulada High Life, una cinta más sobre el espacio que desde antes de ser
estrenada, ya había sido elogiada por todos lados y en muchos festivales, y fue
así como caímos en la trampa y vimos una cinta que a mi parecer es de lo mas X, no había absolutamente nada
interesante, incluyendo las actuaciones no sólo de Robert Pattison sino también
de Juliette Binoche, volviendo de nuevo a la misma pregunta de siempre, ¿Robert
es un gran actor o sólo sigue valiéndose de su fama para ganar adeptos? ahora
no sólo en el cine comercial sino también en el de “arte”.
Sin
embargo dos grandes apuestas han salido en el futuro cercano, el primer
escenario, más cercano al cine comercial, es su participación como el nuevo Batman,
el cual ha sido criticado porque se dice que no cubrirá el espacio que dejó
Christian Bale pero claro, ahí no podemos hacer muchas esperanzas ya que qué
podemos decir de las cintas de superhéroes; pero el segundo caso es mucho más
interesante y ese viene de la mano del gran actor Williem Dafoe, en la cinta The lighthouse donde de nuevo hace meses
ya se nos informó que es una gran cinta la cual ha sido elogiada en diversos
festivales, pero que a reservas de estás trampas, parece ser que la mancuerna
va a dejar grandes sabores de boca, justo como los vi en The rover y en Good times.
¿Será The lighthouse la cinta que por fin
redima a Robert Pattison y lo deje unirse a ese grupo de actores que empezaron
en la industria comercial pero que demostraron que eran mucho más que cintas
taquilleras? Esperemos que sí.
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